El enfoque de la empresa en la compatibilidad de torres y componentes internos garantiza una fiabilidad a largo plazo en entornos químicos agresivos. La selección de materiales se basa en una evaluación integral de:
1. Compatibilidad química: Datos de resistencia a la corrosión del NACE MR0175 (para servicios ácidos), ASTM G31 (para soluciones acuosas) y gráficos de corrosión del proveedor. Por ejemplo:
- Ácidos muy corrosivos (HCl, H₂SO₄): Hastelloy C-22, tantalio o acero revestido con vidrio.
- Soluciones alcalinas (NaOH, KOH): Acero inoxidable 316L, titanio o PTFE.
2. Compatibilidad térmica: Límites de temperatura de los materiales (por ejemplo, grafito hasta 500°C, PEEK hasta 260°C) y emparejamiento de expansión térmica (entre la carcasa de la torre y los internos).
3. Compatibilidad mecánica: Clasificaciones de presión (internos diseñados para 1.5 x la presión máxima de operación), resistencia a las vibraciones (evitando la frecuencia natural) y resistencia a la erosión (protección contra impactos para flujos de alta velocidad).
4. Compatibilidad de proceso: Diseño de componentes internos para ajustarse a los parámetros de proceso, como:
- Distribuidores de líquidos para fluidos de alta viscosidad (tamaño de ranura > 3 mm para evitar obstrucciones).
- Distribuidores de gas para sistemas espumantes (aletas antiespuma, etapas de eliminación de niebla).
Se pueden realizar pruebas de compatibilidad en los laboratorios de la empresa, incluidas pruebas de corrosión en autoclave y pruebas de ciclado térmico.